El día y la hora nadie lo sabe

“Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.” (Mateo 24:36)

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud

Cuando somos jóvenes, la vida nos pasa tan rápido que no nos detenemos en reflexionar en una cosa: Algún día se van a acabar nuestras fuerzas...

Biblias electrónicas gratis

Dos Biblias electrónicas bastante buenas; una que se puede descargar completamente gratis e instalarla en el equipo, y otra que está disponible en modalidad online...

No juzguéis para que no seáis juzgados

Mateo 7:1 dice “No juzguéis, para que no seáis juzgados”, también Romanos 14:13. Sin embargo, en la Biblia encontramos otros textos que señalan que sí debemos juzgar (Juan 7:24; 1 Cor.2:15), ¿Contradicción?

El día y la hora nadie lo sabe

“Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.” (Mateo 24:36)

miércoles, diciembre 31, 2008

Balance espiritual de nuestra fe a puertas del año nuevo

Cuando ya se acaba el año, comenzamos a hacer balances de todo tipo para evaluar que tan bien, o que tan mal nos fue en el 2008, con el fin de ver cuales fueron nuestras falencias, para así remediarlas en el año entrante, y fortalecer nuestros aciertos.

En todo cristiano no debería faltar el balance espiritual para medir en alguna manera nuestro caminar cristiano en el último año, pues ¿vamos bien en el camino?

Debemos ser capaces de mirar atrás y con una actitud autocrítica, descubrir lo bueno y lo malo de nuestra vida cristiana durante el 2008. ¿Cómo hacerlo? Debemos examinarnos a la luz de la Biblia.

En las Escrituras encontramos que es lo que debemos hacer y cómo debemos ser como verdaderos hijos de Dios. Ya lo decía el apóstol Pablo:

Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” (2 Corintios 13:5)


¿Estamos en la fe? ¿Lo estuvimos en el 2008?
Existen parámetros de la vida espiritual que se deben medir, como por ejemplo las buenas obras, la fe y el conocimiento de Dios.

Para medir nuestras obras, la escritura revela que Dios se contenta si nuestras buenas obras son mayores que las primeras.

“Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras.” (Apocalipsis 2:19)


¿Mis buenas obras fueron mayores en el 2008 que en el 2007?

Si no fue así, pues es mejor que empecemos a recordar lo que hacíamos antes y hacer aquellas obras:

Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.” (Apocalipsis 2:5)

Por otro lado, el deseo de nuestro Señor es que crezcamos en el conocimiento de su palabra, que avancemos y podamos corregir toda creencia errónea.

“Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.” (2 Pedro 3:18)


¿Mi conocimiento respecto a Dios fue mayor en el 2008 que en el 2007?

Así como las obras y el conocimiento, hay muchas cosas más que se pueden medir de una manera cuantitativa y cualitativa. Sólo debemos recordar nuestro accionar, compararlo con las Escrituras y ver el resultado.

Hay quienes pudieron orar y ayunar más que antes, otros quizá superaron pecados y malas costumbres, o bien en el caso contrario, se incurrieron en cosas malas que antes eran impensables, o se ha disminuido la comunicación con Dios. Lo importante es que si estamos mal, debemos saberlo, y al saberlo, corregir nuestro rumbo con el arrepentimiento.

Estimado lector… espero que tu balance haya resultado positivo, y de esta manera, queda el desafío a superarse en el 2009. Si tu resultado es negativo, ya estas al tanto de las cosas que fallan y ya puedes superarlas. En mi caso, en este año tuve bajos en algunos puntos, y altos en otros. En general, fue un buen año; como nunca antes he seguido el ejemplo de los de Berea, cuestionando muchas cosas y comprobando a la luz de la Biblia si las cosas que creo son verdaderas o no. Y por cierto, descubrí un montón de cosas que se asumen en muchas iglesias, pero no son bíblicas… En fin, el 2008 fue un punto de partida para cosas que antes no pensaba, designios del Señor que con el tiempo conoceré el propósito final de aquellas cosas que estoy empezando.

¡Nos vemos el próximo año si Dios quiere! Un abrazo a la distancia, mis mejores deseos para todos y que Dios te bendiga grandemente.

domingo, noviembre 30, 2008

Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios

Cuando predicamos el evangelio, estamos convencidos que su Palabra hará la obra en aquellos que han de recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador, pues sabemos que la fe viene por el oír la palabra de Dios (Romanos 10:17), y su palabra jamás volverá vacía (Isaías 55:10-11), pues el poder de la palabra de Dios se manifiesta cuando ésta es predicada tal cual es.

Por lo tanto, cuando decimos: “Escrito está…”, y leemos la Biblia con fe y oración, su palabra hará una obra invisible a nuestros ojos, pero tocará las almas de un modo que muchas veces no nos dimos cuenta.

Por lo tanto, si vamos a hablar, debemos hacerlo conforme a las palabras de Dios; como está escrito:

Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” (1 Pedro 4:11)

Si Dios nos da un don especial en el habla, lo que hablemos y prediquemos tiene que estar conforme a las palabras de Dios, y no fuera de aquello. Esto no sólo se refiere a que nuestros temas de predicación tienen que estar correctamente orientados en la doctrina bíblica, sino que también en cuanto al momento en que declaramos “Escrito está…”

Y es en este punto en donde se escuchan de labios de muchos predicadores, frases que poco y nada tienen que ver con la Biblia, aún cuando estos afirman que sus declaraciones son palabras citadas textualmente de las Escrituras, cayendo desgraciadamente en la ignorancia y en la mentira.

Diversas frases he escuchado desde púlpitos hasta simples conversaciones con hermanos, en donde se ha dicho “como dice la Biblia…”, seguido de una frase con un texto alterado, inventado o sacado de otro lugar, como por ejemplo:

Alteraciones de textos:
1) Al momento de pasar la ofrenda, muchos dicen: “Dios bendice al dador alegre”, y es: “Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7).
A pesar de que no es algo tan terrible, llama la atención cómo es que se ha dado la situación en que uno deforma un texto, y después varios otros siguen el ejemplo, demostrando que se conforman con sólo oír al predicador, repitiendo todo lo que él dice, sin leer la Biblia.

2) En el “Padre nuestro” a veces se menciona: “Hágase tu voluntad en el cielo, como en la tierra”, y es: “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” (Mateo 6:10).
Una diferencia sutil, pero importante ¿Cómo se hará en el cielo la voluntad de Dios de la misma manera que en la tierra, la cual está bajo el maligno?

Textos inventados:
Existen frases y dichos populares que corresponden a invenciones que suenan muy bíblicas y de hecho, varias tienen razón en sus planteamientos, así como otras no. Sea como sea, muchos asumen que son bíblicas frases como:

“Predicador, predícate a ti mismo.”
“Ayúdate que yo te ayudaré.”
“En la obediencia está la ganancia.”
“Si no oramos tres veces al día, seremos borrados del libro de la vida.”


Textos no bíblicos:
También se mencionan textos que están escritos en otros lugares fuera de la Biblia, siendo muy recurrente mencionar alabanzas de los himnarios evangélicos pentecostales, como por ejemplo:

“Caminando, caminando
Por el mundo de dolor
Dirigimos nuestros pasos
Al palacio del Señor.” (Alabanza 284 del Himnario Evangélico - Chile)


“A ti alma, te digo despierta,
No desoigas de Cristo el llamado,
Hace tiempo Él golpea a tu puerta,
Y te dice abandona el pecado.” (Alabanza 312 del Himnario Evangélico - Chile)

Muchos de los que pronuncian estas frases, y los que los escuchan, creen que son palabras escritas en la Biblia.

Advertencia

Es interesante notar que si alguien se empeña en agregar más palabras a lo que ya está escrito en la Biblia, tiene la siguiente advertencia:

“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.” (Apocalipsis 22:18)

Seamos más fieles y preocupados al momento de mencionar la palabra de Dios, y que nuestras palabras sean conforme a lo que realmente está escrito, para que el poder de la palabra del Señor se manifieste. La próxima vez que escuches a alguien decir: “Como dice la Biblia…”, compruébalo; y la próxima vez que tú digas “Escrito está… ”, ten cuidado de tus palabras, y asegúrate que sea como está escrito.

Dios te bendiga.

sábado, septiembre 27, 2008

Blog “Es hora de ser real” fue eliminado

El pasado jueves recibí un mensaje entre los comentarios del post anterior de parte de los editores del blog Es hora de ser real (Luis Rodas y Verónica Vilugron), que daba cuenta de una situación que a ningún bloggero le gustaría pasar: su blog fue eliminado intencionalmente por obra de crackers (no confundir con hackers), así como su correo Hotmail.

Justo antes de la eliminación del blog, Luis denunció una amenaza recibida de parte de los Stamateas (“pastores” del ministerio “Presencia de Dios”), en un post fechado el 22 de septiembre, constituyéndose en sospechosos. De estos pseudo pastores argentinos nunca había oído hablar hasta ahora, y por lo que he visto en su propia web, creo que no son de fiar, pues no predican el evangelio, sino que sólo pregonan cosas como “éxito”, “autoestima”, etc.


A raíz de este hecho, puedo sacar algunas conclusiones:

1) Mala idea. Nunca va a ser buena idea crackear un blog cristiano, básicamente por dos motivos:

  • - Porque Dios está con los editores y si son cristianos verdaderos, todas las cosas les ayudarán a bien (Romanos 8:28). Si Dios es con ellos, nadie puede contra ellos ni su mensaje (Romanos 8:31).
  • - Porque el objetivo de acallar la voz de la verdad, fracasa rotundamente, pues la comunidad bloggera siempre está al tanto de lo que sucede, y si uno se ve afectado por esto, la reacción en masa hace que el mensaje de la verdad que se pretendió acallar se difunda como nunca hubiera sucedido estando las cosas normales y en paz. En definitiva, este tipo de acciones represivas y criminales, no funciona en la web 2.0.

2) Cuidado. Las recomendaciones para el correcto manejo de contraseñas, respaldos de información, protección contra vulnerabilidades informáticas, siempre se deben tener presente.

3) A cualquiera le puede pasar. Hoy en día, nadie esta libre de sufrir algún tipo de daño en su blog. Así como a muchos otros, ahora le tocó a “Es hora de ser real”, pero a todos nos puede pasar. Es por ello que como bloggeros debemos reaccionar mostrando nuestro repudio hacia este tipo de actos, y de esta manera se frustran completamente las intenciones del atacante, es decir, si se pretendía acallar, ahora todos gritan.

4) Lo que provoca la verdad. Hay algunos blogs que jamás van a ser candidatos a sufrir algún ataque informático. ¿Por qué? Pues por no predicar la verdad. Jesús predicó la verdad y lo crucificaron, a Juan el Bautista lo decapitaron, etc…
Todos los que se atrevan a predicar la verdad, sufrirán persecución, desprecio por parte del mundo, inquisiciones de parte de los detractores, etc.
Pero si nos insultan y/o persiguen por causa de la verdad de Cristo, somos bienaventurados (Mateo 5:11).

***

Hace un par de días, ya está en funcionamiento el nuevo “Es hora de ser real”, esta vez en Wordpress y con dominio .com (http://eshoradesereal.com/). Les invito a leer este blog, esperando que suban al nuevo sitio los post que fueron eliminados.

Si no conocías este blog, mira los temas de los cuales trataba en la caché de Google, en donde sigue accesible la información del antiguo blog. Verás los temas y te darás cuenta del porqué quisieron callarlo…


Saludos a Luis Rodas y Verónica Vilugron, sigan adelante, siempre con la verdad. Bendiciones!


Algunas reacciones en la blogósfera cristiana:

lunes, septiembre 22, 2008

Como los de Berea, Tesalónica o Galacia

Es preocupante ver el modo en que muchas personas reciben una predicación o mensaje. ¿Qué tal si esa persona que estamos escuchando nos está mintiendo acerca de la fe? ¿Qué tal si está equivocada?

Vivimos en tiempos de confusión doctrinal, en donde el mundo entero busca la tan preciada “verdad” del evangelio. Ante esta demanda, muchos han salido por el mundo a anunciar su verdad, su evangelio, su fórmula de la verdad.

Sectas han proliferado, aprovechando una tremenda falencia existente en muchas personas: la falta de voluntad para comprobar que tan verdadero es lo que se está predicando.

Esta falta de voluntad se puede apreciar en distintas formas; desde la completa flojera para comprobar por sí mismos si lo que se dice es verdadero o no, hasta el cierre de mente y corazón a todo lo que cuestiona su fe ya implantada.

Ante esta situación conviene recordar la historia bíblica, la cual nos enseña cómo debemos recibir una predicación (sea de quién sea). En este caso, veremos cual fue la actitud de los hombres y mujeres de Berea, los cuales a pesar de tener arraigada su religión judía basada en la ley de Moisés, de todos modos se mostraron solícitos para recibir el mensaje cristiano, en este caso, de los labios del apóstol Pablo.

Esta historia se relata en Hechos 17: 10-12, y específicamente en verso 11 dice sobre los habitantes de Berea:

“Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.” (Hechos 17:11)

Cabe destacar dos actitudes notables de los de Berea respecto a la predicación de Pablo:

1) Recibieron la palabra “con toda solicitud”.
2) Escudriñaron las Escrituras cada día para comprobar la predicación de Pablo.

De este modo, en una situación de predicación, podemos notar tres tipos de creyentes que toman actitudes diferentes:

1) Los que no les interesa, no escudriñan, y rechazan el mensaje; como muchos de Tesalónica (Hechos 17:1-9).
2) Los que sí escudriñan y se interesan en el mensaje; como los de Berea.
3) Los que no escudriñan y reciben el mensaje livianamente; como los de Galacia (Gálatas 1:6).

Notemos que los judíos eran religiosos que conocían las Escrituras, y Pablo venía anunciando que Jesús es el Cristo. Ante este mensaje, los judíos de Tesalónica le rechazaron, pero los de Berea tomaron el mensaje y lo examinaron.

Este hecho les hizo ser “más nobles” que los de Tesalónica.

En contraste, los hermanos de Galacia recibieron el mensaje de un “evangelio diferente”, aceptándolo sin reparos.

Lo que ocurrió en Tesalónica se repite hoy en día. Muchas personas se aferran a su religión, o conjunto de doctrinas, las cuales se tornan incuestionables. Y si alguno cuestiona los aspectos de su fe, estas personas no dudarán en atacar a quien se atreva a plantear una idea distinta, así como atacaron a Pablo.

Así mismo, se repite el caso de Galacia, en donde muchos no se tomarán la molestia por analizar y escudriñar las Escrituras para ver si el mensaje que escucharon es verdadero o no; simplemente lo aceptarán y aunque el predicador diga: “Soy Jesucristo”, le creerán y le dirán “Amén” a un montón de aberraciones. Muchas sectas se han aprovechado de esto.

Gracias a Dios, también existen hoy en día hermanos que son nobles como los de Berea y que ante cualquier predicación (sea de alguien conocido o no), recibirán el mensaje, lo examinarán y comprobarán a través de las Escrituras si las cosas son así o no, con toda solicitud, y sin temor a cuestionamientos.

Entonces ¿Cómo recibirás el próximo mensaje o predicación que escuches o leas? ¿Te cerrarás como los de Tesalónica, te abrirás como los de Galacia o analizarás como los de Berea?

Dios te bendiga

domingo, julio 27, 2008

Maranata! ¡Ya son dos años!

Mis queridos amigos, tengo el agrado de compartir con ustedes el segundo cumpleaños de éste blog, el cual no sería lo mismo sin sus participaciones y buenos comentarios, los cuales me alimentan y van haciendo este espacio más interesante para todos.

En verdad agradezco vuestras opiniones, estén a favor o en contra, me ayudan a ver las dos caras de la moneda respecto a algún tema en particular, lo cual me ha sido muy provechoso.

Sí, aún hay mucho por hacer y es poco lo que he hecho en este último año, debido principalmente al la culminación de mis estudios superiores hasta hace muy poco, terminándolos de muy buena manera, todo y absolutamente todo gracias a Dios.

Muchos correos sin responder, comentarios en los cuales no he participado, he dejado muchas cosas pendientes, por lo cual pido disculpas a todos, pero dentro de estos días me estaré poniendo al día, si Dios quiere.

Ante mi “ausencia”, muchos trolls, de un nivel educacional muy bajo, llegaron a hacer de las suyas con insultos a medio mundo, pero por más ocupado que estuviera, no permití ese tipo de intromisiones en mi casa, la cual es también de todos los que saben respetar a las personas.

Hermanos (as): Les dejo esta porción de la Escritura, la cual representa una temática que creo, se debe tocar más en los medios cristianos:

“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.” (Judas 1:3)

Veamos bien que estamos haciendo con nuestras palabras, pues estamos en tiempos peligrosos y la apostasía se está moviendo con fuerza en estos días. Es por ello que creo que en este blog incluiré más temas que denuncien las herejías encubiertas que han salido de lobos rapaces que no tienen piedad del rebaño, lobos que tienen apariencia de cristianos, que predican como cristianos, pero no lo son.

¡Bendiciones a todos!

lunes, junio 30, 2008

Conspiración contra las Sagradas Escrituras


Así como se titula este post, es el título del libro que recomiendo en esta ocasión, cuyo contenido es digno de ser leído, estudiado y analizado por todos aquellos que se interesan en la verdad de una de las versiones de la Biblia más confiables y recomendadas de habla hispana, pero a la vez, una de las más puestas en tela de juicio a medida que avanzan los tiempos y se crean nuevas versiones: La Reina – Valera (RV).

Hace mucho tiempo que quería comentar respecto a este tema, y si bien, ya han pasado años, creo que este texto sigue y seguirá vigente, puesto que la apostasía y el movimiento ecuménico seguirán tendiendo lazos para desacreditar a la RV.

César Vidal Manzanares, un prolífico escritor, juntamente con Domingo Fernández, nos entregan este documento que expone aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de elegir entre una versión de la Biblia y otra. Los autores dan amplio crédito a la Reina Valera, específicamente tratándose de las versiones 1909 y 1960, aparte de poner al descubierto las grandes falencias y herejías de las nuevas versiones basadas en el texto griego compilado por Wescott y Hort, corregido por Nestlé-Aland, como es el caso de la “Versión Popular”.

Un libro interesante, que además puede ser compartido en su formato electrónico, siempre y cuando sea para fines educativos y formativos, y no mercantiles.

Una verdadera conspiración que hace mucho tiempo que se ha estado moviendo, la cual no debe ser ignorada por el pueblo de Dios.

Como está escrito:


“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” (Lucas 21:33, RV60)


Descárgalo en el siguiente link (archivo pdf):
http://www.estudios-biblicos.org/estudios/conspiracion.pdf

¡Dios te bendiga!

lunes, mayo 05, 2008

José Luís de Jesús Miranda: ¿Por qué él?

Hace un poco más de un año que aquí se publicó un tema referente al falso profeta José Luís de Jesús Miranda, artículo que recibe comentarios de personas que han planteado sus puntos en acuerdo o en desacuerdo a su postura.

En aquel artículo, hasta el día de hoy ya se han recibido más de 170 comentarios, por lo cual, a un año de abrir éste tema, considero oportuno abrir un nuevo post con el fin de acaparar los nuevos comentarios acá, descongestionando el post anterior.

Y para esto, considero que no hay nada mejor que empezar éste nuevo artículo con una interrogante muy básica:

¿Por qué “Jesucristo hombre” es José Luís de Jesús Miranda y no otro ser humano? ¿No podría ser yo mismo o cualquier otro que dice serlo?

Aún considerando que fuese verdad esa fabulesca creencia de que Jesucristo tenía que venir en un hombre que tenía que enriquecerse; suponiendo que todo esto fuese verdad, la pregunta es: ¿Por qué fue él el elegido y no otro ser humano? Si hay muchos que han afirmado ser Jesucristo, ¿Por qué creerle a él? ¿Por qué los demás mienten pero él es el verdadero?

Espero recibir respuestas de parte de muchos seguidores de éste hombre, que sé que abundan entre las visitas de éste blog.

Muchas veces en la historia, hombres y mujeres se han alzado y se han autoproclamado como grandes enviados de Dios para realizar sus propios deseos. Con el tiempo, quedan al descubierto y son reconocidos como charlatanes o falsos profetas por todo el mundo.

¿Ejemplos? Hay por millares. Así ocurrió en el pasado con José Smith, quién aseguraba haber recibido una “revelación” de parte de Dios para predicar otro evangelio, cuya trascendencia sigue vigente por la secta de los mormones. Por otra parte, William Marrion Branham se consideraba a sí mismo como el séptimo ángel del Apocalipsis y el último gran profeta con el espíritu de Elías, en tanto que actualmente podemos ver como el coreano Sung Myung Moon se autoproclama “el Mesías”. Estos ejemplos son sólo para mencionar algunos que dicen haber recibido una revelación, o que dicen ser algo, pero que al final todo es mentira.

¿Será Miranda uno de ellos, o éste si que es el verdadero? Y si es el verdadero ¿Qué pruebas hay de ello?

Si alguien le cree a Miranda sólo por lo que él dice, pues con la misma lógica tendría que creerme a mí también si el día de mañana se me ocurre autoproclamarme como “Neo, el elegido”, o como “El gran Líder y amo incuestionable del mundo entero”.

Y por cierto, también debería creerle a Smith, Branham, Moon, y a otros que se han proclamado profetas, como “el profeta de Peñalolén”, que volvió a hacer noticia en estos días por mi país.

¡Espero respuestas! Bendiciones…


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miércoles, abril 30, 2008

La leche espiritual

En el artículo anterior, vimos el tema de la enseñanza fundamental que debe estar presente antes que toda otra enseñanza bíblica, con el fin de que un cristiano se pueda formar exitosamente en el camino del evangelio. Esta enseñanza se refiere a la doctrina de la gracia y la salvación.

Ahora, si el cristiano ya tiene éste fundamento, se debe seguir construyendo, y para ello vamos a tomar el enfoque de un bebé que necesita ser alimentado, por lo cual, el elemento que viene después del fundamento de la salvación es la leche espiritual.

Cómo todos sabemos, los niños en sus primeros días de haber nacido, no están preparados para recibir alimento sólido, ya sean legumbres, carne, etc., sino, sólo deben beber leche maternal. Si éste niño no recibe leche, padecerá desnutrición con consecuencias fatales o de gravedad cuyas secuelas puedan perdurar para toda la vida.

Así como en el caso de los bebés, los cristianos cuando viven sus primeros días desde su nuevo nacimiento, deben desear y tomar leche espiritual, la cual debe ser no adulterada. Esta leche espiritual cumplirá la misión de hacer crecer para salvación a todo cristiano en sus primeros días, hasta que alcanzando madurez, puedan acceder a alimentarse con alimento sólido.

¿Y cuál es la leche espiritual?

Es toda enseñanza bíblica que trate de fundamentos básicos de la fe en cristiana, como por ejemplo, las doctrinas “del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno” (Hebreos 6:1-2). Todos estos temas se suponen deberían estar claros para todo cristiano que se considere maduro.

Después de la leche espiritual, el cristiano que ha crecido, debe comer alimento sólido, el cual se compone por enseñanzas no fundamentales o básicas, pero muy importantes para el desarrollo de su vida espiritual. En ésta categoría podemos encontrar enseñanzas que tocan muchos temas que son difíciles de asimilar para inexpertos, como el ecumenismo, los problemas de la iglesia en la era actual, la apologética cristiana, etc.

La actitud del recién convertido

El recién convertido debe tener una actitud de anhelo por la palabra de Dios, y centrarse en temas fundamentales de la fe, para luego pasar a los más complejos, o bien, secundarios. Así lo declara el apóstol Pedro:

“Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor.” (1 Pedro 2:1-3)


Nótese que la leche que el nuevo converso debe desear es una leche no adulterada, es decir, que no admite elementos extraños, como lo son por ejemplo, las diversas interpretaciones bíblicas erradas.


Evitando la leche adulterada

Para beber leche no adulterada, la mejor recomendación que podría hacerle a un nuevo cristiano es que lo primero que debe leer es la Biblia, y ésta, con oración, y sin ideas preconcebidas. Primeramente leer la Biblia en toda su pureza, y luego otros libros de teología, opiniones de otras personas, Internet, etc.

Es relativamente fácil inducir a un individuo a creer lo que uno quiere que crea, aún con Biblia en mano, aunque aquella enseñanza esté alejada de la verdad. Muchas personas leen la Biblia por primera vez, pero con ideas preconcebidas que le harán leer “gato”, aún cuando sus ojos vean “perro”. De ésta manera puede entrar fácilmente la adulteración en la leche de los lactantes espirituales, los cuales se verán expuestos a crecer con serios problemas de salud, y eso es notable en la vida de muchos religiosos que viven en una mentira.

Por lo tanto, al leer la Biblia, lo mejor que podemos hacer es un “formateo” de nuestro entendimiento preconcebido de lo que vamos a leer, y disponernos para recibir puramente lo que viene de parte de Dios, pero eso sí, con oración para no caer en el truco de “la interpretación a mi manera”. Luego vendrán las consultas a otros medios, pero no antes.

¿Para quién es la leche espiritual?

Está claro que la leche espiritual es para los recién convertidos, para aquellos que requieren comprender las enseñanzas fundamentales de nuestra fe.

¿Para quién NO es la leche espiritual?

La leche es sólo para los que han nacido de nuevo. Los que aún no reciben a Cristo, o los que dicen ser cristianos pero aún siquiera se han bautizado, simplemente aún no existen como nueva criatura ni tienen fundamento sobre el cual edificar. Por lo tanto, la leche no es para los que no han nacido de nuevo.

Por otro lado, los cristianos que ya llevan tiempo en el Evangelio y que ya tienen el fundamento claro y establecido, para su crecimiento ya no pueden seguir bebiendo leche, sino que deben comer alimento sólido.

¿Cómo saber si somos capaces de participar del alimento sólido? Simplemente comprobando que tan sólido es nuestro fundamento y si en la práctica podemos soportar el rigor del alimento sólido. Hay muchos que no soportan una buena y fuerte predicación, con palabras directas y enseñanza sin temores. Aquellos no son aptos ni han alcanzado madurez.

El apóstol Pablo reprochó a los corintios por su incapacidad de recibir enseñanzas del tipo “alimento sólido”, pues ya llevaban mucho tiempo y se involucraban en peleas infantiles entre ellos. Así lo expresó:

“De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?” (1 Corintios 3:1-4)


Si alguno lleva mucho tiempo en el evangelio, y aún no puede asimilar un buen plato de legumbres espirituales (como por ejemplo, el tema del ecumenismo), es considerado “inexperto en la palabra”, incapaz de discernir entre el bien y el mal:

“Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.” (Hebreos 5:12-14)


Y es necesario que crezcamos, una vez teniendo claras las enseñanzas básicas, dejando de darnos vueltas en ello para avanzar en más temáticas:

“Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.” (Hebreos 6:1-2)


Problemas en el crecimiento

Pongámonos en el caso de padres; ahora ¿Qué pasaría con nosotros si vemos que han pasado cinco años y nuestro hijo sigue siendo un bebé? ¿Nos preocuparíamos? Claro que sí. De la misma manera debe preocuparnos si vemos que los miembros de la iglesia de Cristo presentan casos de anomalías en cuanto a crecimiento, pues, espiritualmente debemos vernos al espejo de la Palabra de Dios y darnos cuenta de nuestro tamaño real delante de Dios. ¿Hemos crecido?

Por otro lado, muchos crecen en altura, pero son raquíticos, espiritualmente hablando. Esto también es un problema clásico con los cristianos que pasan de la leche al alimento chatarra o light, en vez del sólido.


El deber del enseñador

Es importante la labor de la persona que le enseñe al recién convertido, pues éste necesita que alguno más experimentado le guíe por el evangelio, como una madre que da de amamantar a sus hijos. Primero es la leche, después el alimento sólido. Jamás se le debe dar a una persona inexperta alimento sólido que lo pueda hacer decaer, pues puede tener el mismo efecto que en un bebé que coma porotos.

El enseñador debe estar atento al crecimiento de su hijo espiritual, pues éste debe crecer y desarrollarse hasta que pueda valerse por sí mismo, o más bien dicho, hasta que sepa valerse exclusivamente de Dios.


Conclusión

Debemos hacer las cosas en orden. Primero, tomamos leche, y después dejamos la mamadera para comer alimento sólido. Si realizamos nuestra vida espiritual en éste orden, creceremos sanos y fuertes. Si no lo hacemos así, desarrollaremos problemas de trastornos en el crecimiento, y enfermedades espirituales que nos pueden dejar en el camino.

Cada uno debe analizarse en cuanto a su crecimiento espiritual, y revisar qué está comiendo, ya sea, leche, alimento sólido, chatarra, o light.

Pregunta al cierre: ¿Hemos crecido?

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La enseñanza bíblica fundamental y la sobreedificación

lunes, marzo 31, 2008

La enseñanza bíblica fundamental y la sobreedificación

Como cristianos, somos responsables de transmitir lo que de gracia nos fue dado: Las buenas noticias del Cristo (Evangelio). De buenas noticias hay muchas dentro del evangelio: El Dios sanador, de milagros, que ayuda, etc.… pero lo más importante, lo fundamental de la buena noticia es la salvación gratuita para los perdidos, esto es, la doctrina de la gracia y salvación.


Por lo tanto, partiendo desde aquella enseñanza fundamental, podemos partir la construcción de un edificio espiritual, ya seamos nosotros mismos, u otros a los cuales les estemos compartiendo la palabra de Dios.

Sin embargo, al compartir la palabra de Dios a los perdidos, muchas veces partimos desde otras enseñanzas secundarias que son muy buenas y aún bíblicas, sin embargo, no fundamentales. Por ejemplo, enseñar sobre las profecías del último tiempo es algo apasionante y puede entusiasmar a más de alguno, sin embargo, si este individuo novato no tiene fundamento, su entusiasmo profético no pasará a ser más que conocimiento vano, y su vida no sufrirá conversión alguna, y por lo tanto, no será salvo.

Del mismo modo, llama la atención que en diversos grupos de jóvenes cristianos, se enseña mucho sobre cuestiones no fundamentales, dirigiendo exhortaciones hacia temas como el desarrollo personal, la autoestima, el noviazgo, el trato hacia los padres, etc. Y todas estas exhortaciones son muy válidas y útiles, sin embargo, no son un buen punto de partida para aquellos que aún no son salvos.

He podido observar que en los jóvenes que han recibido enseñanzas secundarias sin poseer fundamento alguno, aquellas enseñanzas no pasan de la teoría, ya que en la práctica no llegan a ser mejores hijos, estudiantes ni se logran valorar a sí mismos. El cristianismo les es algo desconocido y lo asimilan como una práctica llena de religiosidad. Es como que aquellas enseñanzas secundarias, al no tener un fundamento sobre las cuales reposar, caen en el olvido y nunca llegan a la práctica.

Y es que el apóstol Pablo nos exhorta con una analogía en donde nosotros somos como edificios de Dios, los cuales tenemos un fundamento sobre el cual empezamos a sobreedificar:

“edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.” (Efesios 2:20-22)


“Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.” (1 Corintios 3:9-11)


Resultaría extraño ver a un maestro de la construcción tratando de colocar una ventana en el aire, o un techo sin que estén terminados los muros. Y no es que no importen las ventanas y el techo, pues ambos elementos deben estar presentes para que el edificio sea aprobado, sin embargo, no es lo primero que se debe construir. Primero se construye el fundamento, luego los muros, y finalmente las ventanas y el techo.

Así mismo, las enseñanzas secundarias como las profecías escatológicas, el misterio de la piedad, el desarrollo personal, etc., son importantes para los jóvenes, pero no se pueden realizar eficazmente sin contar primero con el fundamento de la enseñanza de la salvación.

Una persona salva es un terreno con fundamento, apto para la edificación. Pero una persona perdida, es un terreno sin fundamento, no apto para construcción, en la cual se debe cavar y trabajar para implantar un sólido fundamento.

Líder de jóvenes: ¿Estás enseñando bien? Pues sondea entre tus jóvenes y comprueba que tanto saben de la salvación. Una señal característica es el porcentaje de jóvenes bautizados en el grupo.

No pretendamos que un joven entienda aspectos como el misterio de la piedad, si ni siquiera se ha decidido a bautizarse, el primer paso práctico de todo salvo. La enseñanza debe realizarse en orden, empezando por lo primero, así como lo hizo Jesús mientras estuvo en esta tierra, en donde su primer mensaje a las multitudes fue: “…Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mateo 4:17)


Dios te bendiga

miércoles, febrero 27, 2008

No siento… ¿o no creo?

Una de las frases que más he escuchado en muchas personas que asisten regularmente a iglesias evangélicas (por lo menos acá en Chile), es la típica “no siento”, seguida de una frase que da a entender que es lo que no sienten, por lo regular, un verbo.

Este dicho sentimental se presenta en las más variadas circunstancias, entre las cuales podríamos mencionar:

No siento de ir a predicar
No siento de ir a la iglesia
No siento de bautizarme
No siento de ofrendar
No siento de ir a visitar

¿Te imaginas que tu padre llegara a fin de mes a tu casa, con el dinero de la paga de su trabajo, y dijese: “No siento dar el dinero para mi familia, mejor lo gasto con mis amigos”?

¿Y que tal si tu jefe te pide que le entregues un informe de ventas del mes, y tú recostado sobre tu escritorio le dices muy tranquilamente: “Jefe, no siento hacer ese informe”?

¿O si tu profesor te pide que le entregues la tarea que acordaron entregar hoy, y le dices: “lo que pasa es que no sentí hacer mi tarea”?

Estas tres últimas situaciones tienen algo en común respecto a los primeros enunciados, y algo que las separa: Las últimas son semejantes a las primeras en lo absurdo y porque todas representan una evasión a una obligación; pero son distintas porque sólo las primeras ocurren en la vida real (¡salvo raras excepciones!).

Y es que ese es el punto: Muchas de las cosas sobre las cuales se dice “no siento…”, no son acciones optativas, sino obligatorias.

Es decir, en la Biblia encontramos mandamientos, los cuales deben ser cumplidos. De tratarse de asuntos optativos sujetos al sentir de cada cual, ya no serían mandamientos, sino consejos o sugerencias. Pero ese no es el caso.

Toda obligación incumplida tiene su consecuencia: El padre que no provee a su familia y se va a gastar el sustento familiar con sus amigos, armará un grave conflicto familiar y su eventual ruptura. El empleado que no cumple con entregar su informe por no sentir hacerlo, es despedido, y el alumno que no entrega su tarea es mal calificado.

Las cosas se hacen por obediencia a los mandatos de Dios, no por que a mi se me da la gana con un sentimiento antojadizo y demoníaco. Si en verdad hacemos las cosas “por amor a Dios”, pues debemos hacer lo que Él nos manda.

“Si me amáis, guardad mis mandamientos.” (Juan 14:15)


El sentir para hacer es algo que suena atractivo para muchos; la escena espectacular de un fuego ardiendo en el corazón y una voz atronadora que viene del cielo diciéndonos: “¡Anda a predicar!”, es algo que muchos esperan para obedecer.

Sin embargo, si queremos oír una voz espectacular, que mejor que la voz de Dios en la Biblia, la cual declara el mandamiento de ir a predicar (Marcos 16:15), de congregarse (Hebreos 10:25), de bautizarse (Marcos 16:16), de ofrendar (1 Corintios 16:1-4), de ir a visitar a los que se encuentran en necesidad (Mateo 25:43), etc.

Si eres de los que desde hoy vivirán un evangelio movido por convicciones más que por emociones, pues te felicito. Pero el que insiste en “no sentir”, pues vaya que sí va a sentir las llamas del infierno… pues en realidad, el problema no es que no sienta, sino que no cree a lo que Dios manda en la Biblia.

Dios te bendiga

martes, enero 22, 2008

Requisitos del obispo de la Iglesia

Para establecer a los ministros que tienen la función de supervisar, vigilar y administrar el rebaño de Dios, esto es, a los obispos, pastores o ancianos, se debe seleccionar a aquellos hermanos que tengan el anhelo de serlo (1 Timoteo 3:1), y que además cumplan con una serie de requisitos, con el fin de tener seguridad de que su nombramiento sea producto de la voluntad del Espíritu Santo y no de un mero capricho humano.

El obispo no debe ser necesariamente un hombre perfecto y sin pecado, pues tal hombre no existe; pero de todos modos, este hombre al menos debe cumplir con los siguientes requisitos que se exponen a continuación.

Según 1 Timoteo 3:1-7, y Tito 1:5-9, es necesario que el obispo sea:

1.- Irreprensible
Un obrero aprobado que no tiene de qué avergonzarse (2 Timoteo 2:15).

2.- Marido de una sola mujer
Aparte de exigirse su condición de casado, a no ser que tenga don de continencia (1 Corintios 7:9), no puede estar casado con más de una mujer. Así y todo, hoy en día existen pastores divorciados y casados por más de una vez.

3.- Sobrio
Persona templada, moderada, sin adornos superfluos.

4.- Prudente
Moderado y cauteloso en su actuar.

5.- Decoroso
El obispo debe tener honra, estimación y respeto entre los que le conocen.

6.- Hospedador
Debe ser solícito en cuanto a acoger personas en su hogar, así como nos exhorta Hebreos 13:2.

7.- Amable
Debe ser digno de ser amado, demostrando afabilidad, complacencia y afectuosidad. Una persona con la cual se sienta bien su compañía.

8.- Apacible
Tranquilo y manso ante toda provocación, así como Moisés era considerado el más manso que todos los hombres que había sobre la tierra. Posteriormente Jesucristo mismo nos enseña “aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mateo 11:29).

9.- Amante de lo bueno
El que ama lo bueno, se empeña en hacer lo bueno.

10.- Justo
Sus actos y juicios deben ser justos, mostrando repudio por la injusticia de todo tipo, no dando aval a situaciones injustas.

11.- Santo
En comunión con Dios y apartado del mundo (Santiago 4:4-5).

12.- Dueño de sí mismo
Ser dueño de sí mismo incumbe todos los aspectos del dominio propio, tanto en lo espiritual, emocional y carnal. Por ejemplo, si el aspirante a obispo tiene serios problemas para controlar su apetito y come en exceso, no tiene dominio propio y no es dueño de si mismo (Romanos 13:13).

13.- Apto para enseñar
No basta con tener conocimiento, sino que éste se debe entregar de una manera tal que se comprenda, y para que ello ocurra, el obispo debe tener el don de enseñanza y exhortación (Romanos 12:6-8).

14.- Retenedor de la palabra fiel
El obispo debe retener la palabra tal como ha sido entregada, con el fin de enseñarla con toda su pureza, sin añadirle ni agregarle a lo que está escrito.

15.- No soberbio
Esto es, no debe ser altivo; que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener (Romanos 12:3).

16.- No iracundo
El obispo no puede dejarse dominar por la ira, la cual tiene que estar fuera de todo creyente (Efesios 4:31).

17.- No dado al vino
El obispo no puede ser alcohólico.

18.- No pendenciero
En su personalidad, el obispo no puede ser dado a riñas.

19.- No codicioso de ganancias deshonestas
El obispo no puede tener (ni desear) ingresos monetarios cuyas fuentes son deshonestas, fraudulentas o ilegales.

20.- No avaro
El obispo no debe tener el afán desordenado por poseer y adquirir riquezas para atesorarlas, sino que debe ser dadivoso.

21.- No un neófito
El obispo debe ser un hombre experimentado, con experiencia y trayectoria en la vida cristiana.

22.- Debe gobernar bien su casa
Así como esté el hogar del obispo, así estará la iglesia que pastoree, pues “el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?” (1 Timoteo 3:5).

23.- Debe tener a sus hijos en sujeción, que sean creyentes y que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.
Así como enseña a sus hijos en su hogar, así enseñará a la iglesia. De este modo, si los hijos son desordenados y rebeldes, los creyentes de su iglesia también lo serán. Es por esto que es necesario que antes de nombrar a un obispo a cargo de una iglesia, se analice el hogar de éste y a sus hijos, pues así como son ellos, así será la iglesia que administre.

24.- Debe tener buen testimonio de los de afuera
Es necesario que el obispo sea bien visto por “los de afuera”, es decir, por los que no son creyentes, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. Lamentablemente, algunos ministros ejercen el obispado con el descrédito de los no creyentes debido a algún pecado cometido en el pasado, cuyas consecuencias tuvieron fuertes repercusiones, dando lugar para que el evangelio sea blasfemado, y a la vez, dando motivos (no justificables delante de Dios) para el no acercamiento de estos a la iglesia.

¿Muchos requisitos? No lo creo, pues tales características son las que debe tener todo cristiano que tiene frutos del Espíritu, en mayor o menor medida, pero deben estar presentes completamente en los que anhelan el obispado.

¿Es usted obispo? ¿Cumple con todos estos requisitos? ¿En tu iglesia se cumple este mandato bíblico? ¿Anhelas ser obispo o pastor? Bien haces, pero cumple con lo que Dios te pide.

En muchos casos se obedece a visiones y sueños al momento de nombrar a un obispo, pero si éste no cumple con estos requisitos ¿Se contradice Dios entre sus revelaciones y su palabra?

¡Bendiciones!